.jpg)
Todo empezó en el bar tomando unos orujos con los compis antes de ir al Bareto. Allí nos reunimos con los jugadores para hecharnos unos quintos antes de montar en el trenecito, y el cerebro empezó a fallar. Entre canticos y canticos, cerveza, visita a los de al lado, gritos y espectaculo, nos dieron las tantas en local hawaiiano ese de cuyo nombre no me acuerdo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario